Existen dos técnicas principales para ello: conservación por calor y conservación por frío.
Las técnicas utilizadas son:
• Pasteurización. Consiste en calentar el alimento a 72° C durante 15 o 20 segundos y enfriarlo rápidamente a 4° C. Puede ser complicado usar esta técnica de manera doméstica.
• Esterilización. Se basa en colocar el alimento en un recipiente cerrado y someterlo a temperatura elevada durante suficiente tiempo (en baño María), para asegurar la destrucción de todos los gérmenes y las enzimas. Este procedimiento es muy útil para la elaboración de conservas caseras que mantienen el valor nutritivo de los alimentos.
Conservación por frío
Consiste en conservar los alimentos a temperaturas bajas. Se emplean dos técnicas:
– Carnes crudas: de dos a cuatro días en la parte alta del refrigerador; cocidas, de uno a dos días.
– Pescado: un día.
– Verdura: cruda, hasta una semana; cocida, de dos a tres días. Se deben colocar en la parte baja del refrigerador.
En el caso de los productos procesados hay que estar pendiente de la fecha de caducidad.
Sin embargo, para lograr la congelación correcta se deben alcanzar temperaturas de –40° C, lo que no resulta fácil en el ambiente doméstico; por ello, al comprar alimentos congelados es muy importante mantener baja la temperatura durante su transportación y almacenarlos de manera adecuada en el congelador; de lo contrario, se deben descongelar y utilizarlos respetando los tiempos de refrigeración.
¡Es importante conservar en buen estado los alimentos, toma precauciones, evita infecciones intestinales e intoxicación!
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