Es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, cubre todas las vísceras y tejidos de sostén (huesos y músculos), es nuestra carta de presentación, es lo primero que los demás observan de nosotros, una piel cuidada y saludable nos permite relacionarnos con mayor confianza y seguridad.
FUNCIÓN DE LA PIEL
Nos protege del medio ambiente, controla nuestra temperatura para equilibrar el funcionamiento de los órganos internos, evita que seamos invadidos por microorganismos, nos brinda identidad (en los dedos encontramos las huellas dactilares) y pertenencia a un grupo social por su color y textura; al mismo tiempo, nos hace únicos e irrepetibles pues cada uno lleva en su piel señas particulares como cicatrices, lunares, estrías, perforaciones o tatuajes.
A lo largo de toda nuestra piel se ubican terminaciones nerviosas que nos permiten identificar texturas, temperaturas, formas o sensaciones, es así como identificamos por medio del tacto si alguien nos acaricia cariñosamente o si somos rasguñados por un gato.
Nuestra piel dice mucho de nuestros hábitos y estilo de vida, dice si estamos estresados o tranquilos, si descansamos, fumamos, si comemos mucha grasa o bebemos alcohol frecuentemente. La piel también delata nuestras emociones y estado de salud (rubor, palidez, textura, temperatura, sudoración).
Las cicatrices, perforaciones y tatuajes forman parte de nuestra identidad, nos acompañan para toda la vida convirtiéndose en señas particulares, por eso es recomendable portarlos con una plena convicción.
En la piel existen otras estructuras como el pelo, las uñas, las glándulas sebáceas y sudoríparas; así como vasos, nervios, tejidos especiales de los orificios naturales, que permiten su adecuado funcionamiento.
¡Nuestra piel refleja lo que somos y el cuidado que nos tenemos, cuídala!
Fuente: http://www.fmd.org.mx/
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