Desde el inicio de los tiempos, todas las mañanas, Conciencia acostumbra hacer su recorrido habitual por la ciudad, despertando en los habitantes de la tierra esa vocecita interna que los ayuda a tomar las mejores decisiones para su bienestar.
Pero esa mañana algo había cambiado, la gente ya no la escuchaba, para algunos “parecía” ser invisible, aparentaban no conocerla; era rechazada incluso por quienes alguna vez escucharon sus consejos.
Conciencia se sentía desanimada y confundida porque miraba a las personas enfermas, indiferentes, llenas de miedo, inseguridad, excesos, egoísmo y dolor. Parecía que los humanos ya no la necesitaban, pues se habían acostumbrado a sentir malestares y a ser conquistados por la temible Enfermedad y sus secuaces.
¿La escuchas?
¿Algo dentro de tí te pide modificar tus hábitos?
2 comentarios:
jajaja que cajeta suena pero es real, que miedo ser como uno de tus secuaces, ups, demasiado tarde!
Así es Oscar, todos tenemos un poquito de Secuaz, la idea es combatirlos a diario con hábitos saludables que nos hagan sentir más felices y fuertes para disfrutar de todo proceso.
SALUDOS! :D
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