Es halagador verse bien y que los demás lo reconozcan, pero es mejor saber que me quiero, me cuido y me acepto. Nadie da lo que no tiene. Para dar amor y dar fruto hay que estar saludable desde el interior.
¿Por qué tratamos de alcanzar un determinado estándar para ser merecedores de aceptación o amor?
Al pensarlo 2 minutos fríamente es bastante absurdo. Confieso que durante este año he aprendido que no hay nada que justifique el auto maltrato que me solía dar. Nos castigamos una y otra vez muchas veces en automático. Somos agresivos y poco tolerantes con nuestra propia individualidad.
Ahora estoy disfrutando intensamente de este tiempo, porque estoy aprendiendo, reconstruyéndome y experimentando. Me ha funcionado abrazar un estilo de vida saludable disfrutando del proceso, teniendo muy presente que:
- Al aceptarme tal como soy se abre un mundo de posibilidades que fluyen de modo armónico, feliz y saludable, no se trata de copiar la belleza o cualidades de nadie más, sino de ser consciente de la maravilla que hay en mi interior.
- Valorando lo bueno que hay en mi y siendo objetiva para trabajar en lo que se puede mejorar, avanzo en un camino lleno de disfrute y no de choque o guerra conmigo.
- Cultivar todos los días la alegría, la generosidad y la paciencia es la mejor inversión que puedo hacer en la vida.
Durante estos meses he sido más consciente de que:
- No hay exceso de comida que llene el vacío emocional, hay que ser valiente y trabajar en nuestro interior.
- La gentileza y el amor dan inicio en uno mismo, valen la pena los detalles que mejoran nuestra calidad de vida, elige tu música favorita para despertar, desayuna todas las mañanas con tranquilidad (la prisa es enemiga de la salud y la cordialidad), invierte tiempo en pensar lo que comerás y surte lo necesario, invierte en calzado cómodo y lucidor, date un baño relajante, escucha música bonita antes de dormir, lee y desconéctate de lo que te inquieta, duerme lo suficiente, ocúpate de crear armonía en tus espacios.
- Mi bienestar lo construyo con mis elecciones, con disciplina, gentileza y paciencia.
- Cada día es una nueva oportunidad para recomenzar y aprender, es injusto ser esclavos de nuestros malos hábitos.
- La comida nutre nuestro cuerpo, pero la forma en que nos alimentamos nutre nuestra alma, come sin culpa, de buen humor, disfrutando, experimentando, compartiendo.
- No hay una dieta o sistema que funcione para todo mundo, tampoco te va funcionar comer lo mismo siempre, por muy saludable que esto sea. Se trata de un reto y si lo piensas es maravillosa la vida así, siempre cambiante.
- Es maravilloso vivir en estos tiempos, la modernidad es fabulosa, nos permite crear redes y amistades con seres inquietos, creativos y generosos que tienden la mano y comparten la misma pasión por el bienestar.
¡Espero esto te sea útil! ¿Tú cómo lo haces?
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