Los hidratos de carbono, también llamados: carbohidratos o glúcidos; suelen tener un sabor dulce; son compuestos orgánicos, formados de: carbono, hidrógeno y oxígeno.
¿CÓMO LOS UTILIZA EL CUERPO?
Aportan energía al cuerpo, especialmente al cerebro y al sistema nervioso, son el combustible necesario para realizar nuestras actividades físicas y mentales diarias.
SE DIVIDEN EN: SIMPLES Y COMPLEJOS
La diferencia entre uno y otro está en la velocidad con la que el organismo los absorbe, es decir, el tiempo que tardan desde que los ingerimos, hasta que pasan al torrente sanguíneo.
Simples: Cuanto más refinado es un hidrato de carbono, más rápido lo absorbe el organismo, significa que, llegará muy pronto a la sangre. Haciendo que se produzca un golpe de energía, durando la sensación de bienestar y vitalidad poco tiempo.
Se encuentran en: caramelos, merengues, azúcar de mesa, panes refinados, cereales azucarados, jugos de frutas, miel, etc. Estos tipos de alimentos han sido manipulados y procesados por el hombre, quitándoles así gran parte de los nutrientes y fibras que contenían originalmente, haciendo que estos alimentos nos proporcionen únicamente energía.
Complejos: Estos son de absorción lenta, quiere decir, que pasan lentamente del intestino a la sangre. Están formados por moléculas más complejas, que para ser absorbidas por nuestro organismo deben ser digeridas por el estómago e intestino. Aportan energía durante períodos de tiempo más largos.
Se encuentran en: frutas con cáscara y bagazo, cereales integrales, verduras, legumbres y hortalizas.
Es mejor consumir este tipo de hidratos de carbono, porque además de proporcionarnos energía, contienen: vitaminas, proteínas y fibra, que ayudan al correcto funcionamiento del organismo.
¿Cuál es tu hidrato de carbono favorito?
¡Recuerda que no hay alimentos prohibidos, come lo que tu cuerpo necesita!