En días como hoy llego a dos conclusiones, vale la pena agradecer todos los días por todo lo que se tiene, esto nos permite situarnos en la realidad y saber lo que hemos caminado, las bendiciones que se han derramado sobre nosotros y las muchas manos que nos han sido tendidas.
Lo que sigue es cuestionarme: ¿Me gusta esta realidad? ¿Qué tanto soy cómplice y qué tanto me esmero en que siga igual o en cambiarla?
Como sabrán, Nutricampeones es un proyecto de mujeres hecho y pensado para todos, porque partimos del supuesto de que "a todos nos interesa el bienestar", pero honestamente, diré que al menos en México, la salud, el bienestar, el autoconocimiento y el desarrollo del la conciencia parecieran temas propios de mujeres. Esto me lleva a conectar más fácilmente con extraordinarias mujeres y a que los hombres me vean con asombro o cierta curiosidad.
Me gusta ser arriesgada y sentirme fuerte física y emocionalmente, admiro la determinación y rapidez para tomar decisiones de los hombres, también disfruto de cuidar de los demás, de saber que puedo ser dulce, bondadosa y dar por el simple hecho de experimentar hasta soy capaz de desprenderme y salirme de mi para pensar y hacer por los demás. Todos los días intento balancear la energía masculina y femenina que hay en mí, es un reto que jamás termina.
Hoy me siento agradecida, no he padecido violencia ni discriminación, los hombres que han acompañado mi camino han sido solidarios, amorosos y hasta protectores; sin embargo, no puedo tapar una realidad que me duele e indigna, muchas, muchísimas mujeres en mi país viven con miedo o frustración, resignadas a que sus derechos sean pisoteados y a que su voz sea callada.
Lo veo en círculos cercanos también, incluso al estar en el súper mercado, veo como caballeros con aparente educación y posición social hablan a sus esposas como si fueran sus empleadas o su propiedad, siento la inseguridad en la voz de ellas al hablar y su confusión al sentir que “fallaron de nuevo”.
Hace años fui voluntaria en una Obra Social Auxilio IAP ,apoya a mujeres, (por cierto rediseñamos su imagen), éramos testigo de toda clase de injusticias y discriminación, mujeres que son tratadas como ganado por sus padres y vendidas, mujeres que son esclavizadas y pisoteadas por otra mujer (la patrona), mujeres que se resignan a vivir una vida llena de atropellos y abusos por haber nacido en un lugar determinado. Pero sobre todo, mujeres que trabajan por otras mujeres, que crean nuevas realidades para ellas y van haciendo crecer su confianza, siempre las llevaré en mi corazón a TODAS.
Confieso con mucha vergüenza, no he sido todo lo solidaria que podría ser con las mujeres que me rodean. Nuestra realidad puede cambiar si cada uno se propone ayudar al de junto desinteresadamente. Confiemos en las demás, apoyémonos, indignémonos cuando una es violentada como si lo viviéramos en carne propia, seamos solidarias, cuando una crece y supera la adversidad lo hacemos todas, alegrémonos en los triunfos de las demás, alejemos el juicio y prejuicio que sólo nos empobrecen.
Creamos en los sueños de las demás, el límite está puesto en nuestra mente, apoyemos los sueños de otras mujeres, seamos tierra fértil donde muchas semillas puedan dar vida.
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¡FELIZ DIA, PARA TODOS, PARA MUJERES Y HOMBRES QUE TRABAJAN POR LA IGUALDAD!
2 comentarios:
Comparto, si uno se da el espacio para agradecer puede descubrir que se vive en condiciones que pueden parecernos cotidianas pero que no son la realidad de muchas mujeres en el mundo. Eso mismo es lo que me ha llevado a dirigir muchas de mis acciones en pro de las mujeres, y el poder agradecer que he tenido la oportunidad de trabajar en colocar ese pequeño granito de arena que junto a miles de otros granitos generan día a día cambios que un día permitirán que las mujeres gocen a plenitud de sus derechos.
@ALE
Eres una profesonal bárbara, sabes que admiro muchísimo tu trabajo en las ONG´s, siempre me das un buen ejemplo.
Te quiero amiga, muchos abrazos y felices días para ti siempre.
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