26 dic 2011

ANSIEDAD, DEPRESION Y RESTRICCION DEL AZUCAR

¡Feliz Navidad! Recibe un fuerte abrazo y nuestros mejores deseos.

Deseamos que pases estas fiestas rodeado de tus seres queridos, valorando lo importante.
Disfruta al máximo, de la compañía, de cada momento especial, dile no a los excesos. Modérate, el bienestar está en el equilibrio.



El azúcar es una fuente de energía de fácil y rápida asimilación necesaria para el organismo, fundamentalmente para el cerebro, los músculos y el sistema nervioso.


Además, proporciona un sabor reconfortante que nos ayuda a consumir otros alimentos necesarios en nuestra nutrición. Por eso es recomendable su consumo moderado, dentro de una dieta equilibrada, supervisada por un especialista en todas las etapas de la vida.


Al restringir el consumo de azúcar, se genera estrés al organismo, produciendo ansiedad, mal humor, agresividad y hasta frustración. Las funciones cerebrales dependen de los niveles de glucosa. La falta de este combustible cerebral puede ocasionar desde hipoglucemia hasta padecimientos mentales debido a que el cerebro se encuentra "hambriento".


El azúcar por su misma composición no requiere de un largo proceso de digestión ni de asimilación, por lo que llega con facilidad y rapidez al sistema nervioso. Para que el organismo funcione en condiciones óptimas, la cantidad de glucosa sanguínea debe ser estable; la elevación en los niveles normales de glucosa ocasionada por su ingestión moderada desencadena una leve euforia o sensación de bienestar.


Expliquemos lo anterior con más claridad, una pequeña cucharada de azúcar, alrededor de 10 a 15 g basta para ocasionar una elevación saludable en los niveles de glucosa que suele experimentarse como una leve euforia. El problema radica en el exceso, es aconsejable el consumo de entre 5 y 7 cucharaditas diarias de azúcar, pero solemos sobrepasar esta medida, consumiendo en promedio una taza de azúcar diaria (250 g, medida considera ya como una dosis alta).


Las consecuencias del regreso a los niveles normales de glucosa hallan relación directa con la cantidad de azúcar consumida. Si ésta fue moderada la sensación es de una leve disforia casi imperceptible, pero entre mayor sea la cantidad de azúcar consumida, la baja de glucosa a los niveles normales será más brusca, ocasionando efectos desagradables como irritabilidad, cansancio, taquicardia, dolor de cabeza, sensación de hambre y nerviosismo (descrito por William Dufty como sugar blues o tristeza del azúcar).


Recuerda trabajar por tu bienestar todos los días, detecta y modifica pensamientos o conductas negativas que perjudiquen tu salud.


Evita gratificarte con comida, busca otras formas de sentirte mejor, por ejemplo: realizando una actividad física divertida en familia o compartiendo tu tiempo con seres queridos.


¡Recuerda que los excesos y las restricciones son nocivos!

¡Mídete y disfruta de cada día!




FUENTES:


• Bruker, M. O.: ¡Azúcar azúcar! Cómo evitar la perniciosa influencia del azúcar en la alimentación actual, Integral, España, 1994.


• Dufty, William: Sugar Blues, Centro Macrobiótico Maldonado, Uruguay, 1987.

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