Para ejercitarte eficientemente contempla hidratarte antes, durante y después del ejercicio. Conseguir los niveles adecuados de hidratación resulta imprescindible para mejorar los resultados de tu entrenamiento. Llevar una botella con líquido y tenerla cerca es tan básico como utilizar tenis mientras te ejercitas.
En una rutina de entrenamiento de intensidad regular de 30 minutos se perderán alrededor de 600 ml de agua y sales, cuando la rutina es intensa se puede perder hasta 1 lt de agua.
Las necesidades de líquido varían dependiendo de cada individuo, la intensidad del ejercicio que realice y las condiciones ambientales, por lo que no se puede dar una recomendación generalizada de hidratación.
¿CÓMO SABER SI TE ESTAS HIDRATANDO CORRECTAMENTE AL EJERCITARTE?
Para saber si te hidrataste adecuadamente durante tu sesión de entrenamiento puedes pesarte antes y después del ejercicio, si te falta peso quiere decir que te faltó recuperar líquidos; si ganaste peso, seguramente te estás sobre hidratando. Recuerda que una adecuada hidratación consiste en beber lo suficiente para reemplazar las pérdidas sin consumir un exceso.
Ojo, solemos seleccionar bebidas que no corresponden a las exigencias de hidratación requeridas y obtenemos resultados contarios a los deseados deshidratándonos o ingiriendo sales y calorías innecesarias.
ANTES DE EJERCITARTE
Puedes tomar agua simple, un te o café, hay quien toma café cargado, jamaica tibia o te verde para combatir la fatiga pronta y acelerar el metabolismo. Es conveniente evitar los lácteos y el azúcar, podrían hacerte sentir pesado o inflamarte. Se aconseja beber 250 ml.
DURANTE EL EJERCICIO
Hasta la hora del ejercicio la mejor bebida es el agua. Se asimila rápido, refresca y evitar la deshidratación, conseguirá descender el calor corporal provocado por el ejercicio.
A no ser que realices un entrenamiento de resistencia, no es necesario tomar bebidas isotónicas, adicionadas con glucosa o con sales. Con mayor razón evita jugos industrializados y refrescos. Es aconsejable tomar 250 ml cada media hora.
DESPUES DE EJERCITARTE
Después de tus estiramientos, finaliza hidratándote y recuperándote. Agua simple o un licuado de carbohidratos de rápida asimilación y algo de proteínas son ideales para optimizar la recuperación, en especial si realizas entrenamientos de fuerza y resistencia. Hidrátate con 250 ml, si la sed persiste no dudes en ingerir más líquidos.
Recuerda que aun antes de que se presente la sed podrías experimentar deshidratación, se manifiesta con: náusea, visión borrosa, dolor de cabeza, sudoración excesiva, sensación de frío, respiración acelerada, taquicardia y desorientación.
La deshidratación espesa nuestra sangre, el cuerpo debe tratar de mantener el suministro de sangre a los músculos activos y los órganos vitales, la frecuencia cardiaca aumenta porque el corazón se esfuerza por cumplir su función. La deshidratación también reduce el rendimiento físico produciendo fatiga temprana y disminuyendo también la capacidad mental.
¡Ejercítate, aprovecha la temporada de calor para hacerlo al aire libre, recuerda llevar una botella de agua contigo para hidratarte continuamente!
La hidratación es fundamental en el entrenamiento y competencia. Si el cuerpo está bien hidratado y alimentado, el rendimiento, la resistencia y la velocidad no se verán afectada… Más tips como estos en http://www.facebook.com/ZucaritasAlimentasuGarra
ResponderEliminarGracias queridísima Aleida, aquí estamos con botella de agua en mano. Abrazos! :)
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