LA RISA NOS SANA

La felicidad es nuestra meta común, perseguimos una receta mágica y simple para conseguirla; buscamos que comer, hacer o evitar para prolongar el anhelado estado de plenitud. Solemos hacer uso equívoco de nuestro tiempo, energía y fuerza. Nos culpamos por lo que ya pasó y tememos a lo que vendrá, desaprovechando la única oportunidad de disfrutar del aquí y del ahora.

Expertos aseguran que enfermamos por la manera en que vemos la vida, tétrica, oscura, gris, monótona o aburrida; es duro reconocerlo, pero la percepción está en nosotros, la vida simplemente “ES”.

La risa es una poderosa medicina, cuando ríes ocurren toda clase de maravillas que benefician a tu mente y a tu cuerpo. Tu cerebro libera endorfinas, te relajas de forma natural, te pones feliz y tu cuerpo se oxigena como si te ejercitaras. La risa alivia dolores, a mayor relajamiento menor dolor, simplemente porque no podemos experimentar dos emociones ni sentimientos contrarios al mismo tiempo.

Cuando estamos contentos nos sentimos mejor, trabajamos eficientemente, los demás desean estar con una persona feliz porque las emociones también se contagian y tenemos la maravillosa capacidad de “afectar” la vida de quienes nos rodean.

Mira a los niños, un niño feliz se ríe de cualquier cosa, parece intuir sabiamente que la risa lo mantiene equilibrado y sano. Los niños se fascinan porque son curiosos, se dejan sorprender; saben reír de manera natural porque les agrada la sensación de bienestar; son espontáneos, no analizan, no suponen, simplemente viven el presente. Nacemos naturalmente felices y alegres, pero aprendemos a condicionar la felicidad al logro de lo que “debiera ser”.

SER FELIZ ES UNA RESPONSABILIDAD

Quien es feliz se compromete con la vida y sus decisiones, se apasiona, porque la vida es un constante reto que requiere de valentía y esfuerzo diario. Lo único seguro que tenemos es el presente, vivir el ahora quiere decir disfrutar todo lo que se hace, por el hecho mismo de hacerlo y no por el resultado final.

Aprendemos a posponer la felicidad y la risa a momentos “verdaderamente importantes”, tenemos la falsa idea de que un día todo será “PERFECTO” y entonces si mereceremos sentir auténtica felicidad y plenitud.

¡NUESTRA EXISTENCIA ES LIMITADA, APROVECHEMOSLA AL MAXIMO!

Podemos desarrollar con toda seriedad el sentido del humor, el gusto y emoción por vivir.

Hacer de la risa un hábito pareciera ser al principio un acto mecánico o falso, pero verás que si te lo propones, encuentras a diario más y más motivos para sonreír.

No es necesario esperar a que cambie el mundo o nos digan que tenemos poco tiempo o vida para decidirnos a sonreír y cumplir la lista de “Las 10 cosas que me harían feliz”.

Si algo o alguien detonan sentimientos negativos “haz algo”, toma distancia, trabájalo y sustituye lo que te afecta por elecciones que te llenen de felicidad y produzcan una sonrisa franca.

Un camino de mil pasos comienza en un solo paso

LAO TSE