¿TE PREGUNTAS TODO LO QUE HACEN TUS 5 SENTIDOS POR TI?
Oído
El
oído es el órgano responsable no sólo de la audición, sino también del
equilibrio. Se encarga de captar las vibraciones y transformarlas en impulsos
nerviosos que llegarán al cerebro, donde serán interpretadas. El oído se divide en tres zonas: oído externo,
medio e interno. Las
dos primeras partes -oído externo y medio- son las encargadas de recoger las
ondas sonoras para conducirlas al oído interno y excitar una vez aquí a los
receptores de origen del nervio auditivo. Las
ondas sonoras, en realidad son cambios en la presión del aire, y son
transmitidas a través del canal auditivo externo hacia el tímpano, en el cual
se produce una vibración. Estas vibraciones se comunican al oído medio mediante
la cadena de huesillos y, a través de la ventana oval hasta el líquido del oído
interno. Los canales semicirculares y el vestíbulo están relacionados con el
sentido del equilibrio. En estos canales hay pelos que detectan los cambios de
la posición de la cabeza.
Vista
El
ojo traduce las vibraciones electromagnéticas de la luz en un determinado tipo de impulso nervioso que se transmiten al cerebro a
través del medio óptico. El globo ocular es una estructura esférica de aproximadamente 2.5 centímetros de diámetro
con un marcado abombamiento sobre su superficie anterior. La parte exterior se
compone de tres capas de tejido:
1) La capa más externa o esclerótica: tiene
una función protectora. Cubre unos cinco sextos de la superficie ocular y se prolonga
en la parte anterior con la córnea transparente.
2) La capa media o úvea: tiene
tres partes: la coroides (vascularizada), el cuerpo ciliar (procesos filiares) y el iris (parte frontal del ojo).
3) La capa
interna o retina: es la sensible a la luz.
Olfato
Este sentido permite percibir los olores. La nariz,
equipada con nervios olfativos, es el principal órgano del olfato. Los nervios
olfativos son también importantes para diferenciar el gusto de las sustancias
que se encuentran dentro de la boca, es decir, muchas sensaciones que se
perciben como sensaciones gustativas, tienen su origen en el sentido del
olfato. También es importante decir que la percepción de los olores está muy relacionada con la memoria, determinado aroma es capaz de evocar situaciones de la infancia, lugares visitados o personas queridas. La nariz forma
parte del olfato y del aparato respiratorio. Se puede dividir en región
externa, el apéndice nasal, y una región interna constituida por dos cavidades
principales (fosas nasales) que están separadas entre si por el tabique
vertical. Los bordes de los orificios nasales están recubiertos de pelos
fuertes que atraviesan las aberturas y sirven para impedir el paso de
sustancias o partículas extrañas. Las cavidades nasales son altas y profundas,
y constituyen la parte interna de la nariz. Se abren en la parte frontal por
los orificios nasales y, en el fondo, terminan en una abertura en cada lado de
la parte superior de la faringe. La región olfativa de la nariz es la
responsable del sentido del olfato, la membrana mucosa es muy gruesa y adopta
una coloración amarilla.
Gusto
Esta facultad humana, entre otros animales, actúa por
contacto de sustancias solubles con la lengua. El ser humano es capaz de percibir un amplio repertorio
de sabores como respuesta a la combinación de varios estímulos, entre ellos
textura, temperatura, olor y gusto. Viéndolo de forma
aislada el sentido del gusto sólo percibe cuatro sabores: dulce, salado, ácido
y amargo. La lengua posee casi 10.000 papilas gustativas que están distribuidas
de forma desigual en la cara superior de esta. Por lo general las papilas
sensibles a los sabores dulce y salado se concentran en la punta de la lengua,
las sensibles al ácido ocupas los lados y las sensibles a lo amargo están en la
parte posterior. La lengua es un órgano musculoso de la boca y es el asiento
principal del gusto y parte importantes en la fonación, masticación y deglución
de los alimentos. Está cubierta por una membrana mucosa y se extiende
desde el hueso hioides en la parte posterior de la boca hacia los labios. El
color de la lengua suele ser rosado. Su principal función es la contención de
los receptores gustativos, que nos permiten degustar los alimentos. También
contribuye junto con los labios, los dientes y el paladar duro, la articulación
de las palabras y sonidos.
Tacto
Los seres humanos presentan terminaciones nerviosas
especializadas en la piel, que se llaman receptores del tacto. Estos receptores
transportan las sensaciones hacia el cerebro a través de las fibras nerviosas.
Hay sectores de la piel que poseen mayor sensibilidad ya que el número de
receptores varía en toda la piel. La piel es una parte muy
importante del organismo que protege y cubre la superficie del cuerpo. Contiene
órganos especiales que suelen agruparse para detectar las distintas sensaciones
como la temperatura y dolor. La piel posee, en un corte transversal, tres
capas: la epidermis, que es la que interviene principalmente en la función del
tacto, ya que es la más externa. La dermis, que es la capa del medio y la capa
subcutánea.
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