El autoestima es el valor que sienten las personas por sí mismas, es la evaluación que el individuo hace de sí mismo, expresa una actitud de aprobación o desaprobación e indica el grado en que una persona se cree capaz, importante, exitoso o valioso.
Los padres y madres con baja autoestima, dificultan el desarrollo de ésta en sus hijas e hijos. Elevar nuestra autoestima puede ayudar a acrecentar la de ellos.
Ser madres y padres constructivos implica no solo amar a nuestros hijos, si no también fortalecer su autoestima. En general esto significa evitar la crítica destructiva, ayudarlos a sentirse satisfechos de sí mismo, por medio del entendimiento de los conceptos de: esfuerzo, acción constante y valía.
Es importante hacerles sentir a nuestros hijos que ellos son dignos de respeto y hacerles saber que es un placer gozar de su compañía, porque sus sentimientos e ideas son valiosos.
Tengamos presente que las palabras que evalúan y critican son un obstáculo en la relación con nuestros hijos, por ejemplo: ¡Qué mal lo hiciste, eres un incumplido! ¡Pareciera que estás sordo, no escuchas lo que te digo!
Mientras que las palabras descriptivas lo liberan, por ejemplo: Te divertiste mucho en la fiesta, de seguro por eso el tiempo se te pasó volando, no te diste cuenta de la hora. ¿Recuerdas la hora en la que quedaste llegarías?
¡Tan perjudicial es el abandono como la sobreprotección en los hijos, cuídalos!
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