La amistad es una manifestación del amor recíproco y simultáneo de benevolencia que dos personas comparten, es un bien que ayuda a perfeccionar a quienes son amigos realmente porque los hace crecer en la humanidad a través de hechos y actitudes concretas como: el respeto, el cuidado, la atención, la sana diversión, la comunicación, la realización de objetivos comunes, el apoyo en los momentos de crisis, la motivación para superar los obstáculos y la celebración en los momentos de éxito.
En la antigüedad, los filósofos griegos tenían un adagio, que era como un código de honor: “mi amigo es Platón pero mi mejor amiga es la verdad”. Indicando la gran estima que se tenía por la amistad cuando era avalada por la verdad.
La amistad se enriquece con la sinceridad, porque la verdad da seguridad, firmeza, claridad, transparencia en las ideas y en los sentimientos que transmiten los amigos. También, fortalece sus actitudes y pensamientos respecto a la lealtad, el honor, la honradez y el cumplimiento de los pequeños y grandes proyectos.
La certeza en la amistad es invaluable para comunicarse con fluidez y sin temores ni reservas, aún en momentos dolorosos. Porque se tiene la certeza de que el verdadero amigo no defrauda y nos desea siempre el bien.
La amistad crece en la libertad, porque los amigos no son esclavos unos de otros. Son personas libres que viven plena e intensamente la vida, buscando siempre el bienestar uno del otro. La alegría fruto de la libertad es una característica esencial entre los amigos, porque se conocen sus gustos y disgustos, existiendo complicidad y respeto siempre.
Entre nosotros hay un refrán que casi todos conocemos “los amigos se cuentas con los dedos de las manos y todavía nos sobran” indicando el privilegio tan grande de tener un amigo. La amistad se conquista, no es algo que ya esté hecho, todos los días hay que trabajarla, porque se da entre personas pensantes, que toman decisiones constantemente, que no dejan de acontecer y tener opinión sobre el día y día.
La amistad es para los valientes, que se deciden a dar lo mejor de si desinteresadamente y a confiar plenamente.
¿Valoras la amistad?
¿Qué haces por tus amigos?
La amistad es como la sal y el azúcar de la vida, que triste sería vivir sin amigos, sin gente a la que uno aprecia y con la que se puede contar. Vale la pena esforzarse por una amistad, es algo que se trabaja, no es un don fortuito.
ResponderEliminarOmar.
La amistad se cultiva día a día, hay que saber escuchar a los demás sin juzgar, ser sinceros y dedicar tiempo a nuestras amistades. Que bien nos sentimos al ser escuchados, al saber que somos importantes y valorados por los demás, esto no se da de manera gratuita, hay que cultivar este tipo de relaciones con nuestros actos diarios.
ResponderEliminarNancy M.