Es común asociar este malestar al embarazo, en algunas culturas lo solemos ver como un síntoma obligado de esta condición; pero lo cierto es, que sólo la mitad de las mujeres embarazadas sufren de náusea durante el primer trimestre. Para la mayoría de las mujeres las náuseas y vómito desaparecen hacia el segundo trimestre; pero para algunas, pueden continuar pasado este tiempo.
Los expertos no saben la razón por la cual algunas mujeres sufren de náusea mientras que otras no; el malestar puede estar relacionado al aumento de hormonas liberadas durante esta etapa y puede continuar hasta que el cuerpo se haya ajustado a los nuevos niveles hormonales. En la actualidad, se cree, que las náuseas matinales están relacionadas con la hormona propia de la gestación, la gonadotropina.
Otros malestares que pueden agravar las náuseas son: problemas gástricos, gripes o infecciones urinarias. Por otro lado, los hábitos propios de la madre y su estilo de vida podrían tener un efecto directo sobre las náuseas. Las mujeres que no descansan lo suficiente o están bajo presión y estrés constante suelen ser más propensas a sufrir esta clase de molestias.
El estado emocional de la madre repercute en la manera en que vivirá este proceso. La percepción del embarazo es importante; no siempre la madre es consciente de lo que está sintiendo, por lo que puede experimentar: frustración, decepción, miedo, e incluso, rechazo al no aceptar su condición, lo cual se traduce en sensación de náusea.
PARA AMINORAR LAS NAUSEAS:
• Consulta a tu ginecólogo, pide asesoría para diseñar la dieta óptima para ti que te permita disfrutar del proceso y favorezca el desarrollo de tu bebé.
• Come 5 veces al día, no se trata de comer más, sino de fraccionar tus alimentos en raciones suficientes.
• Realiza 3 comidas y 2 refrigerios durante el día.
• Realiza comidas fáciles de digerir en intervalos regulares, en lugar de hacer una o dos comidas fuertes al día.
• Respeta tus horarios para alimentarte.
• Hidrátate durante todo el día poco a poco, de preferencia con agua simple.
• Come en la primera hora del día en la que estás levantada y desayuna ligero, recuerda que no se trata de comer por dos.
• Evita condimentar en exceso las comidas, en esta etapa se es especialmente sensible a los olores fuertes.
• Aléjate de las comidas grasosas y ricas en azúcar, se consciente de tus antojos, elige lo que te hace bien.
• Toma tés digestivos (menta, hierbabuena, manzanilla).
• Consume pequeñas cantidades de carbohidratos, lleva contigo galletas saladas o habaneras, son ligeras, calman el hambre y suelen caer bien al estómago.
• Come frecuentemente, evita dejar vacío el estómago por mucho tiempo porque esto agrava el malestar.
¿Tienes más recomendaciones contra las náuseas en esta etapa?
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