Es común pensar en hacer cambios radicales en nuestro estilo de vida cuando estamos en medio de una crisis o dolencia. No sabemos bien a bien que duele más, si los malestares propios de la enfermedad o los cambios necesarios para combatirla. Aún cuando sabemos que lo único permanente es el cambio, nos aferramos a nuestras viejas costumbres porque nos dan identidad o seguridad, por más perjudiciales que estas resulten.
Un estilo de vida saludable no debe ni puede ser una “eterna renuncia” o un sacrificio. El cambio de hábitos es todo un proceso que va más allá de “echarle ganas”.
RECONOCE Y RECONCÍLATE CON TU REALIDAD
Recuerda que toda crisis puede ser aprovechada para crecer y salir fortalecido con experiencia; el miedo, la desesperación y la apatía nos mantienen en la inmovilidad y el malestar.
No se trata de “ser positivo” y negar la crisis o pensar que hay personas en circunstancias peores, las soluciones mágicas no existen. Tampoco se trata de “ser negativo” y auto limitarnos dándonos por vencidos aún antes de intentarlo.
Se trata de ser objetivos, de usar bien nuestra mente; al darnos cuenta exactamente de lo que pasa, nos ponemos en armonía con la realidad porque reconocemos las causas de nuestra situación actual y reconsideramos nuevas alternativas y estrategias de mejora.
NO TE DES POR VENCIDO EN EL PROCESO, DISFRÚTALO
Todo proceso dura lo que tiene que durar, queremos ver soluciones mágicas e instantáneas. El éxito se mide en tranquilidad, amor, felicidad, salud crecimiento, disfrute y mayor calidad de vida.
Pon más atención en las soluciones que en el problema, es mejor pensar en lo que tienes que hacer y genera bienestar; que en lo que está prohibido y daña. Haz uso de todos tus recursos, de tu inteligencia, compromiso, voluntad, pasión, creatividad y perseverancia. Reprográmate no te dejes contaminar por lo que te dijeron que eras o por tus severos juicios.
Recuerda, no renuncias, ni te sacrificas; inviertes esfuerzo, tiempo y voluntad en tu salud y bienestar. Piensa diez veces más en la solución que en el problema, quéjate menos y actúa más. Libera tu creatividad, se vale aprender, equivocarse y divertirse siempre.
Reflexiona, el bienestar depende de cada uno, del esfuerzo y perseverancia para afrontar el reto diario. Si actuamos convencidos de que es lo mejor que podemos hacer por nuestro bienestar, hacemos más ligero el proceso porque hay disfrute y aprendizaje diario.
Reflexiona, el bienestar depende de cada uno, del esfuerzo y perseverancia para afrontar el reto diario. Si actuamos convencidos de que es lo mejor que podemos hacer por nuestro bienestar, hacemos más ligero el proceso porque hay disfrute y aprendizaje diario.
El que quiere puede, eso que ni que, no hay fórmulas mágicas, sólo esfuerzo
ResponderEliminar@MARY
ResponderEliminarGracias por comentar y compartir! saludos llenos de todo lo mejor! :)
Ains! yo sé que necesito salir a caminar, pero las ganas no llegan hasta la puerta (es que el calor en esta tu casa está tan horrible...)
ResponderEliminar@sandygallia
ResponderEliminarJejejeje!
Sabes, yo aprovecho el calor para ejerctarme, es muy fácil sudar en esas condiciones :P
Abrazotes! gran inicio de semana!