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29 nov 2010

¿NECESITAS Y QUIERES CAMBIAR TUS HÁBITOS?

Es común pensar en hacer cambios radicales en nuestro estilo de vida cuando estamos en medio de una crisis o dolencia. No sabemos bien a bien que duele más, si los malestares propios de la enfermedad o los cambios necesarios para combatirla. Aún cuando sabemos que lo único permanente es el cambio, nos aferramos a nuestras viejas costumbres porque nos dan identidad o seguridad, por más perjudiciales que estas resulten.

Un estilo de vida saludable no debe ni puede ser una “eterna renuncia” o un sacrificio. El cambio de hábitos es todo un proceso que va más allá de “echarle ganas”.

RECONOCE Y RECONCÍLATE CON TU REALIDAD

Recuerda que toda crisis puede ser aprovechada para crecer y salir fortalecido con experiencia; el miedo, la desesperación y la apatía nos mantienen en la inmovilidad y el malestar.

No se trata de “ser positivo” y negar la crisis o pensar que hay personas en circunstancias peores, las soluciones mágicas no existen. Tampoco se trata de “ser negativo” y auto limitarnos dándonos por vencidos aún antes de intentarlo.

Se trata de ser objetivos, de usar bien nuestra mente; al darnos cuenta exactamente de lo que pasa, nos ponemos en armonía con la realidad porque reconocemos las causas de nuestra situación actual y reconsideramos nuevas alternativas y estrategias de mejora.


NO TE DES POR VENCIDO EN EL PROCESO, DISFRÚTALO

Todo proceso dura lo que tiene que durar, queremos ver soluciones mágicas e instantáneas. El éxito se mide en tranquilidad, amor, felicidad, salud crecimiento, disfrute y mayor calidad de vida.

Pon más atención en las soluciones que en el problema, es mejor pensar en lo que tienes que hacer y genera bienestar; que en lo que está prohibido y daña. Haz uso de todos tus recursos, de tu inteligencia, compromiso, voluntad, pasión, creatividad y perseverancia. Reprográmate no te dejes contaminar por lo que te dijeron que eras o por tus severos juicios.

Recuerda, no renuncias, ni te sacrificas; inviertes esfuerzo, tiempo y voluntad en tu salud y bienestar. Piensa diez veces más en la solución que en el problema, quéjate menos y actúa más. Libera tu creatividad, se vale aprender, equivocarse y divertirse siempre.

Reflexiona, el bienestar depende de cada uno, del esfuerzo y perseverancia para afrontar el reto diario. Si actuamos convencidos de que es lo mejor que podemos hacer por nuestro bienestar, hacemos más ligero el proceso porque hay disfrute y aprendizaje diario.

4 comentarios:

  1. El que quiere puede, eso que ni que, no hay fórmulas mágicas, sólo esfuerzo

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  2. @MARY
    Gracias por comentar y compartir! saludos llenos de todo lo mejor! :)

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  3. Ains! yo sé que necesito salir a caminar, pero las ganas no llegan hasta la puerta (es que el calor en esta tu casa está tan horrible...)

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  4. @sandygallia

    Jejejeje!
    Sabes, yo aprovecho el calor para ejerctarme, es muy fácil sudar en esas condiciones :P

    Abrazotes! gran inicio de semana!

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